Madrid, 2057. La tecnología proporciona al ser humano una vida llena de comodidades y… ¿sin errores? Jorge Arellano, un tipo corriente, se verá acorralado en su propia casa por los mismos dispositivos que garantizan su seguridad. ¿Cómo reaccionará un hombre acostumbrado a que sean las máquinas las que le solucionan todos sus problemas?

Aunque el protagonista vive en el año 2057, el servicio al cliente que obtiene es muy pero que muy actual: ¡¡pésimo!!

Este corto español ha sido premiado este pasado mes de febrero al “Mejor Cortometraje Internacional” en el TRAIL DANCE FILM FESTIVAL (United States). Y seguro no será el único premio que reciba a lo largo del año.