El sistema cognitivo, en la parte prefrontal del cerebro, tiene la capacidad de anticipar las amenazas que pueden ocurrir en un cierto futuro del futuro e incluso imaginar eventos que nunca han ocurrido, y que tal vez no vayan a ocurrir jamás. Esto hace que el cerebro funcione como un verdadero GPS, que se alberga en nuestra memoria en “cajas de recuerdos emocionales” registrando las experiencias desagradables o tóxicas que hemos vivido con anterioridad. De esta manera, si repetimos esa situación negativa o traumática o nuestro GPS identifica que es similar a una experiencia anterior, vuelve a repetir la misma secuencia de lo que sentimos puesto que está consolidado en nuestro cerebro a través de un recuerdo.
¿Cómo evitar esta cadena de recuerdos que provienen del pasado y se acoplan al futuro?
- Es importante saber que debemos de incorporar nueva información y conocimiento al hecho pasado.Esto provoca que nuestros estados emocionales cambien nuestra manera de reaccionar, y de esta manera, la respuesta sea distinta.
- También sabemos desde la PNL que las personas alteramos la información del pasado, distorsionando, generalizando e incluso ampliando estas malas experiencias. Es bueno identificar si nos está ocurriendo algo parecido, ya que es muy común este tipo de conductas en nosotros y en los demás.
- Reducir nuestro nivel de estrés o ansiedad, por un lado, acomodándonos lo antes posible a la situación, lo que implica un proceso de re adaptación, haciéndole frente a esa situación y repitiéndolo, para que la intensidad de la respuesta inicial pueda disminuir y de esta manera que la tensión o ansiedad se vaya haciendo más y más tolerable. Y por otro lado, la otra estrategia que podemos articular es darnos cuenta que lo que sentimos con la situación que estamos viviendo nuevamente no tiene una consecuencia negativa, lo que nos permite re-evaluar la experiencia permitiéndonos modificar el sentido que tiene para nosotros y así, poder cambiarla.
