Hace unos meses impartiendo un taller para los directivos de una multinacional sobre técnicas avanzadas de negociación, una de las preguntas finales que me hicieron es cómo iba a acabar la negociación entre la troika y Grecia desde una visión estratégico-negociadora. Y me aventuré a decir que Grecia “tragaría” con todo lo que le dieran, que agotarían ambas partes el tiempo posible pero que Grecia poco margen de maniobra iba a tener. Me basé para decir tal conjetura en el análisis de la teoría de juegos, más concretamente en el dilema del prisionero.
¿En qué consiste el dilema del prisionero?
Consiste en que la policía detiene a dos sospechosos pero como no hay pruebas determinantes, espera que confiesen mientras está encarcelados. Los interroga por separado planteándoles a cada uno estas posibilidades: si uno confiesa y el otro no, el segundo será condenado a 10 años y el primero saldrá en libertad; si uno calla y el cómplice confiesa, entonces el primero recibirá la pena de diez años; si los dos confiesan, los dos serán condenados aunque a una pena de 6 años; si los dos callan, no habrá pruebas y solo se les condenará a una pena reducida de un año.
El dilema está en que cada uno no sabe lo que va a hacer el otro, y cada uno corre el riesgo de pasar 10 años en la cárcel (si sus respuestas son individualistas), o solo un año (si cooperan entre ellos y se callan). ¿Cooperarán o se traicionarán?:
Lo habitual es que cada sospechoso, desconocedor de cómo funciona la teoría de juegos, trate de eludir la acción de la justicia y acuse al otro para salvarse. El resultado será la pena máxima para cada uno. Castigo que habrían evitado manteniéndose callados. Pues, en ese caso, no habría pruebas y sólo tendrían una pena de 1 año.
Sin embargo, si conoces la teoría de juegos, la consecuencia de este ejemplo es evidente: siempre es mejor la cooperación que la ceguera del conflicto individualista.
Lo que nos lleva a resumir el caso griego: a ninguno de los dos les interesa ni desean un desacuerdo por lo que ambos buscarán el resultado menos malo para ambos. Consecuencia: habrá acuerdo.
No obstante, esta teoría de juegos se emplaza desde el plano de que haya dos partes que estén negociando y deseen fervientemente llegar a una solución. Pero en estos momentos, ¿es lo que está sucediendo?, ¿o la troika una vez más está imponiendo su juego?
Dilema del prisionero: Grecia – Eurogrupo
Por parte del Eurogrupo no ha habido concesión alguna (elemento clave para negociar y llegar a entendimientos), el ministro de finanzas alemán, Schäuble, desde el inicio no ha querido hablar de nada, no ha habido argumentaciones de este lado ni diálogo alguno puesto que la estrategia de la troika y Eurogrupo ha sido aguantar tiempo y tiempo hasta agotar cualquier salida de Grecia, ya que les han dejado sin liquidez cerrando los bancos griegos. Los griegos dejaron de negociar y claudicaron, tal vez porque nunca llegó a existir realmente una mesa de negociación real.
Y tal es así porque Grecia jamás tuvo el poder suficiente como para sentarse de igual a igual en dicha mesa. Los griegos han vivido durante demasiados años sin pagar impuestos, con una recaudación por parte del estado de risa, con un sistema funcionarial desproporcionado basado en maximizar el empleo público con unos salarios altísimos, con un sistema de educación con el mayor número de profesores del mundo!, con un sistema de jubilación a los 57 años!, corrupción total del país, etc, etc …un país ineficaz e ineficiente, con dos rescates por el momento que no han servido para paliar la situación de mejora … así … ¿cómo pueden sentarse a negociar de igual a igual?. Grecia partía de un poder muy desequilibrado. Pues eso, a tragar entonces…
Este llamado acuerdo al que están llamados a estar ambas partes en sucesivos días no tiene nada de acuerdo, además de ser un absoluto desastre para todos:
– la deuda publica griega es ya insostenible (endeudamiento del 200% del PIB), por lo que difícilmente este tercer rescate funcione. Además de que pongo en tela de juicio que puedan pagar algún día los griegos su deuda contraída con Bruselas.
– Condiciones durísimas para los griegos con un plan de recortes, avales y reformas (subida del iva, reforma laboral, pensiones, privatizaciones,…) excesivamente exigente, supondrá aún más austeridad para los griegos, lo que les sumirá en un mayor agravamiento de las condiciones de vida de los griegos. Y va para largo. Los griegos van derechos a la hoguera. Sin remisión. Traerá consecuencias desastrosas también para el resto de Europa, y para los españoles de a pie. Ni lo dudéis.
– Y el pueblo griego que ha dicho “no” al referéndum ni caso. Como si no pintara nada. Resultado: se caerá con el tiempo el gobierno griego actual, movimiento calculado clara y estratégicamente por Alemania, brazo ejecutor de toda esta película.
Y si los griegos no quieren nada de esto, pues nada, entra en juego la amenaza de forzar temporalmente la salida de Grecia del euro. ¿Y esto es negociar?. Y el resto de los estados miembros europeos sin decir ni mu. Bruselas calla y otorga. Tragan con lo que Alemania les dé. Y España en todo este juego, ¿dónde está?.
Así que, lo que estamos viviendo es, como poco, vergonzoso. Por favor amig@s, no hablemos entonces de la negociación de Grecia, porque, negociar… claramente es otra cosa. El dilema del prisionero, desgraciadamente, una vez más funcionó: Europa traicionó a Grecia, tomó una salida individualista así que, Grecia, 10 años a la cárcel. Europa, una vez más, se traicionó a sí misma. El cuento de nunca acabar.