Según el “World Happiness Report” de 2013, Dinamarca es el país más feliz del mundo. Acabamos de regresar de despedir el año en Copenhague, y efectivamente es un país que marca diferencias:  se encuentra en el puesto número 5 a nivel mundial en PIB nominal per cápita (la economía danesa es una de las economías más competitivas del mundo); tiene el mercado laboral más flexible de Europa; es el cuarto país con mayor proporción de población con estudios superiores del mundo; tiene el nivel más bajo en cuanto a desigualdad salarial, y el sueldo mínimo más alto del mundo, con el desempleo más bajo de Europa; obtiene la mitad de su producción energética del viento, siendo el quinto país en producción de energía eólica.

Una cultura de país basada en la igualdad social, por lo que es importante mostrar modestia, humildad y hospitalidad ante los demás. Los daneses llaman a esta característica Janteloven: desaprueba que una persona se considere mejor o más inteligente que las demás. Tienen también otra palabra que es Hygge: es algo así entre intimidad, acogedor y convivencia y refleja el espíritu de comunidad y seguridad que se disfruta cuando los daneses pasan tiempo con sus seres queridos. Es el sentimiento de bienestar que se obtiene cuando se convierte algo cotidiano en extraordinario. Es “la sensación de bienestar más intensa, el sentirse en paz con su entorno más cercano y sentir el calor y el placer de disfrutar de un lugar con encanto”.

Cuidan al máximo el estado del bienestar, por ejemplo:

De las 16 semanas de la baja por maternidad en España, por ejemplo, pasamos a las 52 por pareja en Dinamarca. .

Cuidado infantil gratuito o a muy bajo coste.

El sistema social del país apoya a los jóvenes universitarios con unas 6000 coronas danesas mensuales (800 euros aproximadamente). La educación es gratuita, por lo que muchos daneses tienen acceso a una educación superior.

El derecho a la asistencia sanitaria, en el caso Danés, se basa en el contacto periódico con el mismo médico de cabecera, que de algún modo “tutoriza” la vida sanitaria de cada ciudadano. Resulta ser un sistema muy efectivo.

Dinamarca puntúa entre los 10 países mejor posicionados en cuanto a igualdad de género. Además, están educados para respetar las distintas orientaciones sexuales por lo que cualquier signo de discriminación no está bien visto. Dinamarca posee una legislación a favor de la no discriminación de las personas homosexuales.

En Copenhague, el 50% de la población acude al trabajo o estudios en bicicleta, lo cual contribuye a la vez a la salud, el bienestar psicológico y el respeto al medio ambiente. Algunos estudios llegan a decir que solamente 30 minutos de bicicleta diarios pueden aumentar entre uno y dos años la esperanza de vida.