Sofocar nuestras inundaciones emocionales

“En el fondo de cada persona hay un lugar estable, seguro y tranquilo. A lo largo de la vida casi todos nos olvidamos de este lugar, donde habita la felicidad. Las cárceles existen, pero están fuera del lugar o jardín secreto de cada persona. Podemos ser prisioneros de opiniones, miedos, frustraciones y todo lo demás. Pero cuando abrimos la puerta del jardín, todo queda fuera”. Lise Heyboer

Sofocar inundaciones emocionales

Según el Instituto de Política Familiar de España (IPF), «junto con Bélgica y Hungría, España es el país comunitario con la mayor tasa de rupturas por matrimonio ya que, por cada tres nuevas uniones, se rompen casi dos». Si a esto le sumamos que en segundas nupcias los divorciados tienen una nueva ruptura en el 80% de los casos, los datos son abrumadores.

Tal vez provocado por estas cifras, algunas personas y medios me han solicitado que escriba algunas ideas para ayudar a “sofocar las inundaciones emocionales” de aquellos que se sienten perdidos porque su pareja decidió un día, dejarles y de esta manera romper con la relación.

Lo que escucho a multitud de personas y profesionales, en buena parte de mis sesiones confidenciales de coaching, son situaciones de desbordamiento emocional como: “me ha abandonado”, “estoy roto, me ha dejado y no sé qué hacer con mi vida”, “ya no me quiere, me he enterado que hay otra persona” …Frente a este malestar, suelo preguntar ¿qué te dicen tus familiares y amistades al respecto?, con respuestas como: “eres un ser tan especial que encontrarás seguro una buena vida”, “encontrarás a otra persona que te llenará y será mejor que tu ex”, “tú eres más grande que tu ex, no te merecía y tú lo sabes bien”, “tu media naranja está en algún rincón esperándote” … y claro a ti todo este “consuelo” te trae al pairo porque tú a quien echas de menos es a quien has perdido, sin esa persona percibes que todo a tu alrededor tiene escaso sentido.

Sin embargo, si me hicieras a mí la pregunta, mi respuesta sería muy distinta: cuanto antes tengas claro que se acabó, antes comenzará tu propio renacimiento. Porque no eres la primera persona que pasa por esto (y con las estadísticas que antes te he comentado ten por seguro que no serás la última). Así que, amigo o amiga, vas a salir de esta seguro, con más o menos tiempo en el infierno, pero saldrás.

“Tu mente te está haciendo un truco de magia”

Ahora bien, yo me pregunto, ¿porqué tienes que pasar un tiempo de penitencia?, ¿hemos venido a esta vida a sufrir o por el contrario hemos venido a dar a los demás, a saber perdonar, a ser generosos con el entorno que nos rodea, a amar incondicionalmente, a ser felices con los pequeños detalles y grandes regalos que nos da la vida?.

Para ver lo que te estoy diciendo, primero de todo tienes que entender (especialmente si es reciente tu separación), que tienes tus percepciones distorsionadas provocadas por esos sentimientos y emociones contradictorios. Hay añoranza, pena y desmotivación en todas las áreas de tu vida.

Pero también engaño. Autoengaño para ser exactos. mente te está haciendo un truco de magia: una distorsión tan grande que elevas a tu expareja a los cielos, a los altares, la idolatras. Y sin embargo, el periodo anterior al proceso de separación o divorcio, ¿a que tu pareja no era tan increíble?, ¿a que no era tan maravillosa?, ¿a que la relación no iba como tenía que ir?, ¿a que no la echabas tanto de menos?,  ¿a que no tenías tantas ganas de él ó de ella?. Claro, es que esta persona no era como tu cerebro te quiere hacer ver ahora.

Lo que ocurre en realidad son varias cosas a la vez: tienes esa sensación de no ser amado por él ó ella, y eso te genera angustia; también echas de menos el “hábito” de haber pasado tiempo con esta persona, y eso te provoca un sentimiento inmenso de soledad; y a tu “ego” le duele que te haya abandonado, y eso te tiene atrapado en la ira; y todo este cóctel tiene como resultado final un “vacío” porque lo asocias a la persona que ya no está contigo.

Es una trampa de nuestra mente: recuerda tu vida con tu ex, no te engañes, en realidad no quieres a esa persona más de lo que la querías antes, exactamente cuando estabas “viviendo sin vivir” que diría el poeta. No la echas de menos. Con coraje, ponte delante de tus distorsiones y analiza objetivamente hasta qué punto son reales. No lo son.

Hecho ese primer ejercicio, ¿qué hacemos a partir de ahora?: Poco a poco ve aceptando tu nueva condición, sin mentirte.  Después, aprovecha tu grata soledad para disfrutar de pequeños placeres: un café mañanero en una bonita terraza, abrir esa botella de vino que espera y espera a ser abierta alguna vez y beberla con un par de amigos en casa, leer un buen libro de bolsillo que te emociona página a página, …  Y con paso firme comienza a tratar de hacer cosas que te gusten o que cuando estabas con tu ex no hacías y ¡echabas tanto de menos! o hacer eso que siempre dejabas por falta de tiempo o de ganas pero que te atraía: una ruta por la montaña, esquiar, salir más a menudo con los amigos e incluso hacer nuevas relaciones de amistad, una escapada de fin de semana a cualquier lugar, apuntarte a ese curso que siempre quisiste hacer, aprender a cocinar,disfrutar al calor de la noche de un cine de verano, meterte en un avión y viajar al lugar que sabes que nunca olvidarás, o nuevos deportes, hobbies, en definitiva, nuevas alegrías. Se trata de amar de nuevo esta maravillosa experiencia llamada vida, pero de forma distinta, aprendiendo del pasado, y también sabiendo fusionar tu “yo privado” con tu “yo social”, esto es, ser uno mismo en cualquier esfera (personal, profesional, social o familiar) de tu vida. Con coherencia, con integridad. Esta fusión te ayudará a entender y aceptar quién eres. Pura higiene emocional.

Haz cosas que solamente te ayuden a avanzar. Y te preguntarás, ¿qué es avanzar?: cuando te das cuenta que lo que buscas es ser mejor persona, contigo mismo y con los demás. No deseas otra cosa que ser feliz y hacer feliz a todos aquellos que están a tu alrededor. Y te satisface hacer feliz a los demás. Y es ahí donde comienza el principio y el fin de nuestra existencia: en el amor.

En toda esta “ruta de avance”, tendrás idas y venidas, subidones y bajones, porque acaban de entrar en escena lo que en el terreno de la socio-psicología transpersonal llamamos los “pensamientos invasivos”. Te invadirán cuando menos te lo esperes pensamientos y emociones negativas y hasta destructivas. Para superarlos, trata una y otra vez de apartar de tu mente todo lo que sea mirar hacia atrás, y esfuérzate en conectarte y concentrarte en el presente – en el ahora –  para atraer un futuro ilusionante. Recuerda algo esencial para tu cambio: si cambia tu nivel de pensamiento, cambia tu emoción (será más positiva si tu pensamiento es más positivo) lo que hace que cambie tu conducta. Este es el eje de cualquier proceso de transformación: mira a la persona de forma diferente, mira la realidad que tienes a tu alrededor con otros ojos, y tu emoción interna cambiará para modificar tu conducta. Será tan diferente tu comportamiento con los demás… (incluso al ex-amado/a). Eso sí que te lo digo amigo y amiga por experiencia personal…

Entonces,  un día tras otro te irás levantando con más y más energía y bienestar, algo te hará reír, y te encontrarás que la vida te sonríe porque tu yo interior también comienza a sonreír: y la vida que es muy sabia, te dará abundancia, así que abre bien los ojos (y hasta la mente) porque te premiará con nuevas relaciones y amistades, nuevas experiencias, nuevas formas de afrontar las situaciones, nuevos retos e ilusiones, sintiendo instantes eternos que te regalan tus hijos, hasta te enamorarás, ¿porqué no?, … todo lleno de amor, cargado de mucho amor. Ya estás nuevamente “mirando hacia adelante”.

“En lo más profundo del invierno, al fin aprendí que dentro de mí hay un verano invencible”. Albert Camus

Así que amigos y amigas, tenéis dos vías: continuar castigándoos y compadeciéndoos de vuestro fatal destino, o cruzar metafóricamente “al otro lado del espejo”, aceptando un duelo inevitable por el que todos pasamos en muchos momentos de nuestra vida para, poco a poco, ir teniendo más seguridad y autoconfianza, y con coraje y fuerza emprender todo aquello que tú quieras ser en la vida. Todo en un escenario de matices donde convive el blanco con el negro de forma perenne. Dice Elsa Punset que “la búsqueda de la felicidad tal vez esté en el equilibrio entre luz y oscuridad, positivo y negativo, una búsqueda permanente de formas nuevas y creativas de vivir”.

Tú puedes vivir con esa gama de tonalidades, porque puedes con todo. Está en nuestra genética, poder con todo, pero no te pido sólo eso: te pido que vayas más allá y te des a ti mismo/a el derecho y el beneplácito de “elegir ser feliz”. Porque con la persona con la que estabas (sincérate con tu propia sombra), sencillamente no lo eras.

Así que, si te han dejado y estás en plena lucha de gigantes, empieza a actuar. Nadie dice que sea fácil, pero “you can do it”. Construye tu propia vida y como dice Alex Rovira que tanto me enseña “deshazte de la mierda y céntrate en lo bueno. Hay que evolucionar con la antorcha del entusiasmo siempre encendida”. Somos cómo actuamos amigo/a, así que sin miedo asume la paleta de colores (donde unos te gustarán más y otros menos) y consigue felicidad. Tendrás seguro personas en el camino que te ayudarán y guiarán. Lo único que tienes que abrir son tus canales de expresión. Ya verás como haciéndolo nunca te sentirás solo. De entrada ya tienes el primero, el que está escribiendo estas líneas. Para lo que quieras.

Amigo y amiga, te deseo todo lo mejor: energía y amor, salud y alegría, con una vida cargada de sentido, trascendencia y propósito.

Dedicado a todas aquellas personas, que cada vez que acerco mis manos hacia ellas me dejan sentir su alma.

“Todos podemos aprender a amar más y mejor. Sólo date el derecho a intentarlo”. (J. Palacios)

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