Las personas son su historia. Nadie puede escapar de la misma. Proyectar o Transferir crean relaciones en distintas frecuencias que crean una enorme distorsión de la realidad.
¿Qué es una Proyección?: a veces no soportamos o no podemos reconocer sentimientos propios con lo cual, como mecanismo de defensa, nuestra psique proyectará lo que nos sucede pero en otra persona. En la proyección lo que reflejamos en el otro es a uno mismo. Lo que no puedo permitirme sentir lo pongo en el otro. De esta forma es más fácil de encarar.
¿Qué es una Transferencia?: poner en el otro un vínculo fantasmal. La persona que tengo delante me va a servir para repetir situaciones y deseos tanto reprimidos como pasados. Aquello que no puede penetrar en el consciente, una vez establecido un vínculo afectivo se transfiere. El que tenemos delante es simplemente una pantalla donde poner aquellos sentimientos que no han tenido oportunidad de salir en el momento correspondiente. Por ejemplo, en una relación de pareja, muchas veces demandamos al otro que sea esto, que sea lo otro, que cambie, que me de tal cosa o que no haga tal cosa. Le estamos reclamando algo que no nos reclamamos a nosotros mismos/as y estamos transfiriendo una demanda: que nos den algo que no nos han dado anteriormente. A contraposición la pareja realizará su contra transferencia y seguramente saque a la luz todo aquello que “ha dado” y que no ha sido valorada por ello. De esta manera, los dos reclamos, se enlazan y parecen una situación real, cuando el origen está dado en lo profundo de sus inconscientes. Los dos reclaman y no solucionan. Un círculo vicioso.
Ambas ocurren porque deseamos maximizar el sentimiento de seguridad, más prioritario que la propia satisfacción instintiva o la evitación de la ansiedad.
¿Pero qué pasa si hay una revisión de esa historia, donde aparece un personaje nuevo y positivo en el inconsciente? Pues lo que sucede es que los demonios de esa persona no tienen tanto poder, y empieza a obrarse el milagro del cambio.
Si quieres comprender tu vida en el presente, entonces mira tus acciones en el pasado. Si quieres comprender cómo va ser tu vida en el futuro fíjate cómo piensas en el presente. Proverbio budista.
En vez de centrarte en los comportamientos que quieres cambiar, céntrate en las historias que te cuentas a ti mismo. Sigue 5 pasos que puedes dar para empezar a cambiar la narrativa en tu mente:
- Observa y reconoce la voz en tu mente: Una vez te vuelvas consciente del flujo de comentarios críticos que pasan por tu mente – identifica la voz (¿es de tus padres, jefes, pareja abusiva?) Simplemente reconoce que está ocurriendo.
- Anota lo que la voz te está contando: “Nunca encontraré el amor. Tengo que hacer todo perfectamente. Nunca tendré éxito. No tengo la experiencia correcta; no me va a querer nadie”… Estos pensamientos provienen de tu subconsciente dañado.
- Analiza si esa historia ayuda: ¿Esta historia te ayuda a conseguir lo que quieres o te impide a conseguir lo que quieres? (Sé honesto contigo mism@; normalmente estamos muy atados a nuestras historias).
- Escribe una historia diferente: Esto normalmente involucra un cambio de perspectiva; ver la historia desde un punto de vista diferente.
- Cuéntate una y otra vez esta nueva historia: Cuando te das cuenta de que tu narrador interno está yendo por el mismo camino antiguo con la misma historia y los mismos comentarios de siempre, di, “¡STOP! ¡Para! y luego cuéntate la nueva historia.
ADELANTE!!