“Nunca la bandera arriada, nunca la última empresa” Sir Ernest Shackleton
En esta semana santa estoy leyendo la increíble historia “atrapados en el hielo” de Caroline Alexander. Me lo ha recomendado mi hermana Mónica y me parece hasta el momento uno de los mejores libros que he podido leer. Es una historia real. Y la fotografía de Frank Hurley, miembro de la expedición, es impactante.
En 1914, Ernest Shackleton junto a un equipo de marineros, inicio una gran aventura: cruzar a pie la Antartida.
“Se buscan hombres para viaje peligroso,sueldo bajo, frio extremo,largos meses de completa oscuridad,peligro constante,no se asegura retorno con vida,honor y reconocimiento en caso de éxito”. Este es el reclamo en prensa que Shackleton escribió. Respondieron 4.000 personas a su anuncio.
De camino hacia la Antártida, el barco, el “Endurance”, quedó atrapado en el hielo. El mar se congeló y fue destrozando por presión poco a poco el barco. El objetivo de la travesía cambió: ahora se trataba de sobrevivir. Y Shackleton supo mantener el liderazgo en el fracaso.
¿Qué me está enseñando Shackleton?:
1. Asumió lo que ocurría y se adaptó a la realidad. Asumió la derrota y reenfocó el objetivo:
Mantener a salvo a toda la tripulación. Y llevarlos a casa. Se hizo responsables de todos y cada uno de ellos. Para ello, mantener la moral intacta fue parte de su liderazgo.
“El barco y las provisiones han desaparecido… de modo que ahora regresamos a casa” (Shackleton)
2. Contar lo ocurrido cuando volvieran a casa era esencial, que el mundo supiera como afrontaron su lucha diaria como ejemplo a los demás. Las fotografías de Frank Hurley dieron testimonio de todo eso.
3. Shackleton tuvo que sacrificar a los 70 perros de su expedición. Llegó un momento en el que la comida escaseó. . Seguramente fue la decisión y el momento más difícil de toda la aventura. En palabras de uno de los expedicionarios encargado de sacrificarlos, “he conocido a muchos hombres a los que preferiría matar antes que al peor de estos perros”. En una situación de crisis, ¿cuál sería tu disposición a renunciar a lo no esencial? ¿tenemos claro qué es lo no esencial en nuestra vida?
4. Shackleton había hecho arrastrar un bote hasta el final del hielo, a cientos de kilómetros de dónde éste les había atrapado. Una vez en mar abierto, navegarían en él a una pequeña isla ballenera a más de 1000 kilómetros de distancia donde podrían pedir ayuda. 3 hombres en un bote se enfrentaron a los mares del sur y lograron llegar a la isla ballenera. Cuando desembarcaron, la isla estaba deshabitada. Tuvieron que atravesar la isla a pie. Glaciares, montañas, ríos sumaron un total de 36 horas hasta que finalmente lograron su objetivo. Con persistencia, esfuerzo y sacrificio.
5. La expedición de rescate no fue inmediata, tuvieron que pasar varios meses de duras negociaciones con varios gobiernos, antes de que el propio Shackleton pudiera encontrar un barco. Finalmente, el 30 de agosto de 1916 un barco chileno rescató al resto de la expedición que les estaba esperando en la Isla Elefante.
“Lo he conseguido. Maldito Ministerio de Marina… No se ha perdido ni una vida y hemos pasado por el infierno” – Shackleton
¿Has estado alguna vez en una situación límite?, ¿cómo la has manejado?