Tod@s tenemos muchas cosas a las que dar solución, estamos llenos de situaciones y malentendidos que podemos sanar. Muy posiblemente porque nos obcecamos con las cosas, mostrándonos inflexibles, lo que nos provoca tomarnos todo tan a pecho que originamos conflictos constantes en nuestro entorno. O tal vez porque dentro de ti tienes algo que no has terminado de solucionar del todo, algo en tu alma que todavía está sin curar.
Para deshacer esas conductas, es bueno que te recargues nuevamente: comienza una etapa de movimiento, agitando tu energía hacia otro lado. Necesitas encontrarte, tan solo merecerte un rato para respirar y tomar aire y de esta manera volver a armonizarte, porque cuando se vacía algo, la misma vida se encarga de volverlo a llenar.
Tus obstáculos suelen ser producto de ciertos patrones negativos que has instalado en tu mente y que te cuesta abandonar. Todo es, en primer lugar, identificarlos para posteriormente ponernos a trabajar en desterrarlos. Estás en el tiempo de soltar lastre de tu pasado, cerrar heridas abiertas para dejar paso a nuevas oportunidades, y solucionar conflictos para que entren vientos favorables a tu vida.