Como está mi país … cuando uno está fuera de España, como en mi caso que estoy fuera por un proyecto internacional, percibe las cosas con perspectiva. Y el mes de agosto ha sido un mes de locos, hemos estado al borde del rescate (aunque indirectamente ya lo hubo de la mano del BCE, que tuvo que intervenir). Y según todas las quinielas el siguiente trimestre vamos a continuar por una senda similar. De hecho, ya se habla sin miramientos de que el crecimiento se va a estancar en la zona euro vislumbrándose la sombre cada vez más cercana de una segunda recesión; que Grecia entrará definitivamente en una cada vez más probable suspensión de pagos (saliendo forzosamente de la moneda única), y que Italia y España serán intervenidas. Ojalá no termine así.

Miren, no soy economista ni lo pretendo, pero uno no entiende por qué estamos siendo tan lentos en poner orden y acción a las cosas.
¿No están claras las iniciativas y programas que hay que poner en marcha cuanto antes?. Como me decía un profesor amigo de microeconomía, es como en una empresa, “el problema es de ingresos y gastos”. Y para maximizar nuestros ingresos y así ir reduciendo paulatinamente nuestro déficit público e ir pagando nuestra deuda soberana creo que no es solo cuestión de austeridad, como se viene hablando últimamente, sino de gestionar adecuadamente. Y por supuesto, tener una clase política valiente, que no le tiemble el pulso, sea del partido
político que sea (que no tenemos esa suerte).

Sin tener que claudicar con nuestro actual y beneficioso estado del bienestar, me pregunto, ¿dónde podemos gestionar mejor nuestros  recursos para optimizarlos?:

  1. Gestionar mejor la sanidad, lo que no quiere decir, reducir. Un ejemplo rápido:¿qué tal si se actúa como en una multinacional, donde se tiene una plataforma de compras desde la cual se compra por volúmenes importantes reduciendo precios?
  2. Gestionar y reorientar eficientemente los recursos en educación, invirtiendo en I+d+i y en nuevas tecnologías. Me pregunto, ¿porqué Navarra con algo más de un 2% es la comunidad que más eficientemente invierte en investigación y desarrollo?, ¿cómo podemos replicar su modelo y aumentar este porcentaje?, ¿cómo podemos reducir el enorme fracaso escolar que acumulamos año tras año?, ¿cómo invertir más en la universidad?, ¿y en formación profesional?
  3. Continuar y acelerar la consolidación fiscal. ¿A qué esperan?
  4. Asociada a la anterior, crear nuevos modelos impositivos, como a los bancos (que tienen que pagar el peaje de la crisis que en cierta medida han creado) y a colectivos con mayores recursos económicos (los que no se están enterando de la crisis)

5. Aplicar medidas contra el fraude fiscal, aquí podemos hacer tanto …

6. Reformar de forma estructural y con coraje el senado, las diputaciones y hasta los ayuntamientos. En este capítulo se puede y
debe hacer mucho … ¿cuántos altos cargos hay?, ¿y asesores?, ¿y nombramientos a dedo?, ¿y sueldos astronómicos?

7. Desarrollar un pacto con las empresas energéticas para reducir el enorme déficit tarifario producto de un sistema de
financiación ineficiente

8. Crear un marco de estado para impulsar el empleo:
– Agilizando la reforma del sistema financiero, la verdadera reforma financiera, no los parches que se están poniendo.

– Desarrollando un programa de emprendedores. Recordemos que tenemos un 47% de desempleados que son jóvenes y el emprendizaje
será la forma real de salir del desempleo en los próximos años.

– Disminuir la tipología de contratos, acentuando el indefinido como marco contractual global y prioritario. Me pregunto, ¿adónde
vamos con tantos y tantos tipos de contratos inutilizables por los empresarios?.

– Crear un marco regulatorio especial para microempresas y autónomos. Ya va siendo hora por ejemplo de reducirnos el
impuesto de sociedades y otros …

– Vincular salarios y productividad en la negociación colectiva. Es verdad que esto hay que estudiarlo con más minuciosidad, pero es que      a las alturas del juego ni siquiera hay una propuesta firme.

Evitemos el despilfarro y controlemos mejor el gasto. Y sobretodo, tengamos conciencia de coste y administremos con más cabeza. Es sentido común, sentido de urgencia, y sentido de estado.