Si se cree, se crea

Si se cree se crea y cuando se crea se cree.

Imaginemos un zapato roto.¿Qué hacemos con él?: ó seguimos con él, o lo reparamos, o lo cambiamos. Podemos tomar la decisión de continuar con él y aceptar nuestra situación, adecuada o no; o bien repararlo y por lo tanto no cambiar su estructura y esencia (mis creencias y paradigmas siguen siendo los mismos); si en cambio decidimos que no nos conviene el zapato roto, aunque todavía pensemos que nos “gusta”, entonces estamos cambiando nuestra historia, estamos haciendo historia, porque sencillamente no somos un participio, somos un gerundio, “nos estamos haciendo”, “nos estamos transformando”. Estamos instalando nuevas creencias, creando una nueva realidad.

La pregunta entonces que te tienes que hacer es: ¿qué deseas hacer con tu zapato?, ¿qué te impide tomar la decisión?, ¿qué plan de acción vas a tarzar para ponerte en marcha?, ¿con qué recursos cuentas?. Los problemas en la vida no existen, solo existen en nuestra mente, en la forma de interpretar la realidad. Es por eso por lo que tu mayor enemigo eres tu, la mayor batalla ha de librarse en tu mente.

Cada día de mi vida mi hijo Alejandro me transforma. Me permite transformarme y:

  1. No rendirme. Aún estoy a tiempo para comenzar algo nuevo.
  2. Aceptar mis sombras, enterrar mis miedos y retomar el vuelo.
  3. Continuar con entusiasmo este viaje llamado … vida. Y vivirla con intensidad.

Así que, Controla tus pensamientos y piensa en positivo.

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