Decía Jung que “la emoción es la principal fuente de los procesos conscientes. No puede haber transformación de la oscuridad en luz ni de la apatía en movimiento sin emoción”.
En un proceso de cambio y transformación, las emociones muchas veces juegan en nuestra contra. Tomar conciencia de nuestras emociones y eliminar nuestros comportamientos y estados mentales negativos es fundamental. ¿Cómo podemos conseguir superar nuestros estados negativos e introducir pensamientos positivos en nosotros mismos y en los demás?:
Tomar conciencia de nuestro estado mental negativo es el primer paso es la sensibilización y el aprendizaje. También tener un objetivo determinante, que nos auto convenza y orientado a actuar con esfuerzo es importante porque nos ayuda a comprometernos con el cambio que queremos adoptar. Cuando hace unos meses dejé de fumar para siempre, además de estar sensibilizado que fumar contenía múltiples elementos negativos (nocivo para la salud, economía, imagen, relaciones …) mi objetivo fue dejar de fumar por mi hijo, ese era mi objetivo: pasar el mayor número de años posibles disfrutando de él (con la calidad de vida y salud que me pueda permitir estar en el presente y en el futuro estar lo mejor posible), y el cigarrillo podía ser un reductor de ese tiempo (pues es evidente que el tabaco mata). Este “metaobjetivo” me llevó a incrementar mi conciencia hasta que llegué a la firme convicción de cambiar: había que dejarlo y establecer nuevos hábitos en mi vida. El deseo de dejarlo se vuelve más y más fuerte. El objetivo verdadero y sincero es el que determina tu cambio.
A partir de aquí, la decisión firme de dejarlo va progresando. Habrá días duros. Sin embargo, debemos de generarnos entusiasmo: lo estamos logrando!!
“Para una verdadera transformación interna es preciso realizar un esfuerzo continuado. Se trata de un proceso gradual” (Dalai Lama).
Es un proceso donde nos asaltarán pensamientos y emociones negativas. Aquí es donde debemos sustituir estos pensamientos y condicionamientos emocionales por situaciones positivas. “Siento que no valgo para nada” me decía un cliente en una sesión de coaching. ¿Cómo fue sustituyendo esta persona ese pensamiento?: “conseguí que mis hijos estudiaran en la universidad”, “consigo anualmente cumplir objetivos de mi área”. Con este tipo de entrenamiento, se puede transformar el hábito mediante el cultivo de nuevos pensamientos.
A través de este proceso de aprendizaje, del análisis de pensamientos y emociones, desarrollamos gradualmente la firme determinación de cambiar, con la certidumbre de que tenemos en nuestras manos el secreto de nuestro futuro, sin duda más feliz, y con la convicción de que continuamos con paso firme, como en esta foto, donde estoy con mi perra y los niños: siempre hacia adelante!!.