Verdades ocultas sobre Ucrania-OTAN

El régimen estadounidense y la OTAN se han apoderado de la Unión Europea (UE) ocupándola con bases militares, propiciando una política de agresión a naciones soberanas, impulsando campañas mediáticas de terror contra presuntas ‘agresiones extranjeras’, cambiando la historia, entre muchas otras acciones propias del manejo autoritario de gobiernos no democráticos en su esencia.

Desde que las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk se independizaron de Ucrania y entablaron una tregua con las autoridades de Kiev, en 2015, no se ha logrado alcanzar la paz tan deseada en la misma línea bélica de Petró Poroshenko, quien prometió terminar el conflicto en cuestión de días si era elegido como presidente en 2014.

El problema para Kiev es que cualquier avance de sus fuerzas sería una violación a los acuerdos de Minsk. Además, las repúblicas de Donetsk y Lugansk están bien preparadas para este desenlace provocándole otra derrota más, aunque la acumulación de fuerzas agresoras en este último año la sobrepasa en el doble mínimo.

Además de engañar a la opinión pública internacional, es fabricar artificialmente la imagen de que existen amenazas que se materializarán, lo que implica aumentar su pie de fuerza…aunque nunca comprueben lo que manifiestan, igual que el frasco atómico en Irak.

Exponer que la OTAN-USA es una entidad defensiva, leal, ambiciosa de la paz y la estabilidad, oculta que solo atacan a países con ejércitos débiles, sin entender que su cobardía provoca la fortaleza de los pueblos y los frustra tal como la lección amarga que les propició Vietnam, fracaso que marca la tendencia en el mundo actual.

Desde lo mediático, la táctica que siempre emplea dicha alianza es la de mentir creando expectativas de conflicto por parte de otros cuando en realidad son ellos los que los provocan. Dos ejemplos bastan: la guerra contra las supuestas armas mortíferas en Irak que causaron más de un millón de asesinatos o muertes civiles; los jóvenes estudiantes ‘enojados y pacíficos’ que se tomaron casi toda Siria a través del terrorismo internacional modelo USA.

El objetivo de esta campaña es debilitar la economía rusa a través de sanciones que parezcan válidas, para lo cual se usa el engaño. Sin embargo, el Gobierno ruso de inmediato adelanta sus opciones que cumplirá y con ello deja las amenazas y bravuconadas propias de los agresores en su punto exacto.

Respecto al sistema Swift, ya se ha dado cuenta Europa que lesionar a Moscú les traería muchos más problemas a ellos mismos en forma de ‘bomba atómica comercial’ .  En lo que concierne al no retroceso de misiles que puedan atentar contra el pueblo ruso directamente desde Europa, se ha planteado no descartar el emplazamiento de un sistema adelantado en Cuba o Venezuela, a millas de EE.UU. y que provocó el conflicto en los años sesenta, unido a una respuesta técnico-militar. En cuanto a Ucrania, además de considerar un trastorno mental la “invasión” propuesta desde años atrás, el gobierno de Vladimir Putin ha reiterado que no aceptará un conflicto con el Donbás, por lo cual actuará en consecuencia…protegiendo a la ciudadanía en esos territorios.

El año 2021, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró la estrategia de “desocupación” de Crimea (reincorporada a Rusia por referéndum mayoritario del 96%) y la recuperación de la zona ‘rebelde’ (Donbás) a sangre y fuego de ser necesario, ante lo cual la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que todo esfuerzo de Kiev de reintegrar Crimea a Ucrania es ilegítimo y se percibirá como agresión contra su nación.

La realidad es que la OTAN aspira a ocupar Ucrania. Ojalá no se convierta Europa en el nuevo Medio Oriente y, por el contrario, se cumpla el axioma perfecto: si salen de ese territorio las fuerzas estadounidenses otancistas, seguramente la paz retornará a ese continente.

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