ALVARO PRIETO Y LA VERGÜENZA DE UN PAÍS

ÁLVARO PRIETO podría ser perfectamente mi hijo. O el tuyo. Álvaro perdió un tren y estaba desesperado, pero la falta de solidaridad en nuestros días impide que RENFE o cualquier ciudadano le diera otro billete o, por lo menos que le hubiera dejado cargar su teléfono para pagarlo con su tarjeta. Ni siquiera pudo llamar a casa.
Álvaro se ha ido pero no se ha llevado la vergüenza de lo que somos como sociedad hoy día. Descansa en paz Álvaro: Nos has dado una lección difícil de olvidar. Sólo para algunos claro. Jorge Palacios, Coordinador de La Comunidad Despierta Colmenarejo: https://www.facebook.com/profile.php?id=61552082948194

 

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