Suelta tu mente de mono (#MonkeyMind)

Cuidar la mente debería ser un asunto prioritario

Nuestra mente salta sin control de pensamiento en pensamiento. Eso exactamente es la mente de mono: tu mente te lleva vertiginosamente de un lado a otro como si fuera un mono que salta de rama en rama.

El mono está en el bosque. Desde un árbol, gira la cabeza, buscando algo. De repente se le iluminan los ojos y, decidido, salta. Ase otra rama. Se queda calmado. Le dura poco. No, en esta parte no hay suficientes frutos. Se fija en el tronco de al lado. Repite el ritual y se lanza de nuevo. Durante cinco segundos se siente tranquilo. Desde el árbol, gira la cabeza. Busca de nuevo algo.

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Tener multitud de pensamientos es normal. Es el trabajo de la mente. La mente piensa sin cesar, llegando a generar hasta 60.000 pensamientos al día. El pensamiento descontrolado, sin embargo, no es el estado natural de la mente. Podemos decir que es un extravío de nuestra tendencia natural al pensamiento.

Nuestra capacidad de controlar voluntariamente la atención se ha debilitado tanto que la mente toma el control de este proceso cognitivo. Así que cada vez que nuevos pensamientos surgen, arrastran con ellos a nuestra atención.

Y por si esto no fuera suficiente, la mayoría de esos pensamientos son negativos, llevándonos una y otra vez a los dramas del pasado o al futuro catastrófico, sentando además las bases de un cerebro ansioso y reactivo.

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La clave es gozar de una mente en calma.
Para mí, tener una mente en calma o libre significa poder filtrar el constante ruido mental diario para quedarme con lo verdaderamente importante, ser consciente de la vida que vivo cada día, de mis relaciones, de las circunstancias agradables y de las no tan agradables, de para qué las viví y de lo que aprendo de ellas. Una mente en calma favorece el optimismo, la frescura y la alegría por el hecho de vivir.

Una mente en calma está tranquila, en paz, en armonía, sin mucho espacio para los pensamientos feos ni sobre mí, ni sobre los otros, ni sobre lo que acontece a mi alrededor. La mente en calma es capaz de observar lo que le llega, y acogerlo sin juicio para después soltarlo.

Mente en calma implica autoconocerse, autoaceptarse y autocuidarse, conscientes de que somos lo más preciado que tenemos.

Para evitar este estado mental, te recomiendo dialogar internamente y meditar. Es ordenar ese flujo de pensamientos y lograr, no sólo rebajar su intensidad y por tanto el ruido mental –y todo lo que conlleva a nivel físico y emocional-, sino quedarnos focalizados en un solo objeto, y que de esta manera el resto de fantasmas desaparezcan sutilmente.

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