Pon tu energía en desbloquear tu mente para cambiar tu vida por completo

Tus pensamientos crean tu vida. Puedes convertir pensamiento en materia. La actividad de la mente se revela en consciente, subconsciente y supraconsciente.

El supraconsciente es nuestro ADN espiritual, nuestro tesoro interior, la Chispa Divina en nosotros que permanece resguardada en una dimensión en la que siempre, pase lo que pase, se mantiene completa e inmutable.

Es nuestro patrón perfecto, nuestro Yo Superior, el Concepto Inmaculado de nuestro Ser. Vive en unión plena e inseparable con Lo Infinito. En este espacio sagrado todo es sabiduría, abundancia, salud y armonía perfectas. Representa la Verdad universal en nosotros, y no interfiere en nuestras vidas a menos que se lo permitamos.

El subconsciente, en cambio, es nuestra parte emocional, donde se almacenan todas las memorias y creencias que darán forma a la realidad en la que vivimos. Funciona como un filtro, como una cortina que permitirá u obstaculizará el paso de la luz del superconsciente hacia nuestra experiencia. A lo largo de las diferentes encarnaciones, el subconsciente ha venido almacenando un cúmulo de ideas y creencias contrarias a la Verdad ─como la muerte, la enfermedad, la escasez, etc.─ que frenan la manifestación de nuestro Plan Divino en nuestras vidas. Limpiar y desbloquear esas memorias abrirá de par en par las cortinas y la luz volverá a inundar nuestra existencia.

Por último, la mente consciente es el interruptor, la tecla que debemos apretar para borrar los discos de memoria en el subconsciente y grabar nuevas programaciones que permitan la expresión de nuestro más alto ideal en el mundo que nos rodea.

 Si supraconsciencia es la luz y el subconsciente la cortina, la mente consciente vendría a representar el libre albedrío, es decir, nuestra capacidad de decisión sobre si continuar a oscuras o, en su lugar, abrir las cortinas y dejar pasar la claridad. ¿Cómo? Dejando de reaccionar ante nuestras propias creaciones y poniendo toda nuestra atención y energía en la visualización y en la afirmación de las condiciones perfectas en las que vive el superconsciente al otro lado de la cortina.

¿Cuál de las dos opciones eliges?

Ahora que ya conoces el funcionamiento de la maquinaria, seguro que estarás deseando llevar a la práctica este aprendizaje para comenzar a ver los resultados.

Las 7 leyes que vienen a continuación te llevarán a afianzar este conocimiento para que desbloquear tu subconsciente se convierta en un hábito y seas capaz de sanar cualquier situación, sea cual sea su tamaño y su naturaleza.

Ley #1. Como desees…

Tanto el superconsciente como el subconsciente no tienen capacidad de juzgar o elegir. El superconsciente porque únicamente puede Ser lo que es, es decir, perfección absoluta. Y el subconsciente porque sólo puede cumplir con las instrucciones que hayan quedado grabadas en él, sean éstas cuales sean.

Podríamos decir que el subconsciente es como la tierra…da igual que siembres en ella un rosal o una mala hierba, los hará crecer a ambos por igual.

A todo aquello a lo que escogemos prestarle atención y reaccionar a un nivel consciente, el subconsciente nos responde con las palabras «como desees».

Ley #2. Un clavo saca otro clavo

La manera de ir cambiando la programación incrustada en el subconsciente es mediante la sustitución.

Cuando dejas de reaccionar ante tus circunstancias y te niegas a aceptar mentalmente cualquier inarmonía que se presenta en tu vida como si fuese algo real y no una proyección, estás sacando el clavo.

Inmediatamente lleva tu atención a tu superconsciente para que el hueco que ha quedado se rellene con el ideal perfecto de paz, abundancia, salud, verdad y autorrealización.

Ley #3. La práctica hace al maestro

A veces, después de sacar el clavo, la situación en tu vida cambia rápidamente.

Aunque, en ocasiones, es posible que tengas que repetir el proceso anterior más de una vez hasta que consigas palpar los resultados.

Esto es porque algunos programas ─memorias─ han echado raíces más profundas. Es como si el clavo estuviese más agarrado y se necesita más maña para extraerlo.

No te impacientes ni decaigas, es cuestión de práctica. Recuerda que, sea lo que sea a lo que te enfrentes, no es más que un pensamiento.

Ley #4. El mínimo esfuerzo

Sin embargo, práctica no significa esfuerzo.

Tenemos la tendencia a equiparar las leyes físicas con las leyes mentales y, sin querer, llegamos a la conclusión de que para sacar un clavo que se resiste, hay que tirar de él con más fuerza.

En la dimensión del pensamiento, las cosas no funcionan de esta forma. Cuanto más forcejeo, mayor se hace el problema. Cuanta más relajación, menos resistencia opondrá para desaparecer.

Ley #5. Perdonar es de sabios

Si estás haciendo todo lo anterior de manera correcta, deberías obtener sin duda resultados inmediatos.

Si esto no es así, es que algo falla…no estás perdonando algún agravio.

Revisa contra quién o quiénes guardas algún tipo de rencor y suéltalo.

Puede que tu globo esté listo para alzar vuelo, pero el lastre del resentimiento no permite que se eleve sobre la situación.

Ley #6. La unión perfecta

El subconsciente únicamente queda impresionado cuando un pensamiento acumula la masa suficiente.

Esto lo consigue impregnándose de sentimiento. O sea, pensamiento más emoción hacen la unión perfecta para crear la materialización.

Si quieres manifestar prosperidad, no basta con saber superficialmente que tu superconsciente vive inmerso en la abundancia. Es necesario que tengas la certeza de que esto es así, sentirlo realmente.

Ley #7. Esto o algo mejor…

No delinees cómo crees que tienen que suceder las cosas. El superconsciente sabe mucho más que tú y conoce caminos que ni te imaginas.Cuando te permites pensar en las vías por las que es posible que se manifieste la solución a tu problema o la nueva situación que estás demandando, estás cerrando sin querer muchas otras puertas que desconocías.
Desapégate de los «cómos», estos pertenecen a otra dimensión mucho más amplia a la que aún no tienes acceso. Ábrete a la totalidad de las posibilidades.

Con todo esto dispones de la suficiente información práctica para empezar a transformar tu vida en este mismo instante.

¿Qué te parece si en lugar de creerme comienzas a hacer la prueba por ti mismo o por ti misma?

«Confío en el poder de mi mente subconsciente. Ahora cambio mis pensamientos para cambiar mi vida.»
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