Muchas cosas están mejorando cada día: no confíes en los medios, ten visión crítica

En realidad muchas cosas están mejorando. Y si esto persiste a lo largo del tiempo, se suman a grandes cambios. Por lo tanto, para tener una visión general más fiable, realiza un seguimiento de las mejoras graduales que están ocurriendo y actualiza tus conocimientos

No confíes solo en los medios para informarte de las noticias que deseas conocer, busca de manera proactiva la información que precisas certificar y compárala con varias fuentes confiables. Entonces, y solo entonces, fortalecerás tu pensamiento crítico, desmantelarás las noticias falsas y evitarás los conceptos erróneos, las ideas falsas. Identifica entonces varias cuestiones:

1. Para atraer la atención, los periodistas deben mostrar casos extremos en lugar de los más abundantes y aburridos.

Por lo tanto, debemos considerar las noticias como casos raros, aislados y excepcionales en lugar de la verdadera representación de la realidad. No hacerlo nos deja con la creencia de que las cosas están peor de lo que solían ser. Y esto no podría estar más lejos de la verdad. Hoy en día, hay mucha menos pobreza que nunca antes, la esperanza de vida aumenta continuamente y más países “en desarrollo” están ofreciendo educación pública.

El objetivo principal del periodismo es atraer lectores. Y a los lectores les gusta el drama y el contenido mórbido.

Pero, ¿por qué solo muestran noticias ‘malas’?

Hay tanta información por ahí que simplemente no podemos procesarla toda. ¿Cómo podemos filtrar la información importante del ruido? Bueno, es más probable que la información que procesaremos mejor sean historias. A todos nos gustan las historias, historias que apelan a nuestros instintos dramáticos. Y los medios lo saben. Por lo tanto, no perderán el tiempo en historias que no pasen nuestros filtros.

Veamos un ejemplo

Noticias como «la malaria continúa disminuyendo gradualmente» son los eventos habituales que ocurren todos los días. Pero los medios de comunicación prefieren usar titulares que se ajusten más a nuestros instintos dramáticos, a los que terminaremos prestando más atención, ya que los eventos raros e inusuales son de mayor interés periodístico. Por eso, si nos bombardean constantemente con tales historias, terminamos creyendo que los eventos inusuales y raros son los habituales.

2. El mundo está empeorando. Tendemos a focalizar nuestra atención en las cosas malas. Y eso nos deja con una idea errónea general de lo que realmente está sucediendo: el progreso real y la trayectoria de la humanidad.

Tenemos que centrarnos en los hechos demostrados por fuentes confiables y revisadas, y sospechar de aquellos centrados en dirigir nuestra atención. Si te fijas, las fuentes fiables muestran que el mundo ha y está mejorado. Por ejemplo, el 85% del mundo vivía en extrema pobreza en 1800; hoy, se ha reducido al 9%.

En el mundo digital actual, los periódicos están en todas partes, compitiendo por nuestra atención. Necesitan mostrar las noticias que probablemente llamarán nuestra atención, aquellas que tendrán un mayor impacto. Básicamente, malas noticias.

Y sí, por supuesto. Las cosas pueden ser malas, pero en la mayoría de los casos, están mejorando. Son malas y mejores al mismo tiempo; la situación puede ser mala, mientras que la dirección del cambio es a mejor. Así es como debemos pensar en el mundo actual.

Recuerda:

––Es más probable que nos llegue información sobre eventos malos y pesimistas.

––Cuando las cosas mejoran, muy a menudo, no escuchamos noticias sobre estas.

Por lo general, estamos más expuestos a noticias que nos dan una impresión negativa del mundo que nos rodea. Pero para controlar este instinto de negatividad espera encontrar malas noticias; ten en cuenta que las cosas pueden ser malas y mejores, que las buenas noticias y las mejoras graduales no son noticia y que un mayor número de malas noticias no significa necesariamente más sufrimiento.

Además, según las previsiones de la ONU, a medida que disminuye la pobreza, la población mundial se reducirá en algún momento entre 2060 y 2100. No hay que preocuparse por un crecimiento demográfico interminable.

La alta tasa de mortalidad y la necesidad de tener hijos para ayudar con los ingresos familiares alentaban a las madres a dar a luz a un promedio de más de cinco hijos en el pasado. Gracias a la educación, al control de la natalidad y a los avances en medicina, el promedio actual ha bajado a 2.5.

Hoy día las probabilidades de que los niños sobrevivan hasta la edad adulta son mucho mayores. Y tener más hijos se ha convertido en una responsabilidad en lugar de un activo. Como es más probable que sobrevivan hasta la edad adulta, es preferible brindarles la mejor educación y las mejores oportunidades posibles en lugar de diluir los recursos criando a más hijos.

3. Nuestros instintos a veces nos llevan a juicios erróneos. La mejor manera de combatirlos es recopilar los datos correctos y darles el contexto apropiado.

  Los periódicos, por ejemplo, nos manipulan muchas veces al proporcionar la información que tiene un mayor impacto, pero sin ofrecer ninguna otra referencia.

Por ejemplo:

Si lees que 4 millones de bebés murieron el año pasado, podrías asumir que vivimos en tiempos terribles. Ahora, si observas cuántos bebés murieron en los años 50 (aproximadamente 14 millones) obtendrás una perspectiva mucho mejor de la tendencia y una mejor idea del panorama general. Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer para evitar juzgar mal la importancia de un hecho dado es evitar los números solitarios. Un número por sí solo no puede ser significativo, busca siempre al menos uno más, algo con lo que compararlo.

Cuando las cosas van mal, tendemos a buscar a alguien a quien culpar, para encontrar una razón simple de por qué sucedió. Este instinto natural de encontrar un culpable es detrimental para nuestra capacidad para desarrollar una comprensión basada en hechos, para hallar lo que realmente sucedió. Una vez hemos decidido a quién culpar, dejamos de buscar explicaciones en otra parte. Y esto socava nuestra capacidad de resolver los problemas.

Es importante buscar causas, no villanosCuando algo sale mal, acepta que pueden pasar cosas malas y, en lugar de gastar tu energía buscando a quién culpar, intenta comprender las múltiples causas que crearon la situación en primer lugar. Esto se aplica en ambas direcciones: cuando alguien dice haber sido la causa de algo bueno, pregúntate si el resultado hubiera sucedido igual a pesar de la acción de ese individuo.

4. Deberíamos aprender a reconocer estereotipos y cómo consumir noticias, para diferenciar cuándo las noticias son demasiado dramáticas.

Si deseas comprender la realidad, estar siempre a favor o en contra de cualquier idea en particular te mantiene ciego a la información que no se ajusta a tu punto de vista. En cambio, pon en tela de juicio a tus ideas para detectar debilidades. Sé humilde sobre el alcance de tu conocimiento. Ten curiosidad acerca de la información que no se ajusta a tus criterios. Y en lugar de hablar solo con personas que están de acuerdo contigo, o recopilar ejemplos que se ajusten a tus ideas, ves a ver a personas que te contradigan, que no estén de acuerdo contigo y que propongan ideas diferentes. Te servirá como un gran recurso para comprender mejor el mundo.

Debemos escuchar la información que desafía nuestras creencias con curiosidad, con un enfoque humilde, para tratar de comprenderla y verla desde otra perspectiva.

Pon a prueba tus ideas y encuentra personas que no estén de acuerdo con ellas. No reclames conocimiento más allá de tu campo y sobre lo que no sabes. Ten cuidado con los datos que son relevantes pero inexactos o precisos pero irrelevantes. Solo los datos relevantes y precisos son útiles.

Actualiza tus conocimientos. Algunos conocimientos pasan de moda rápidamente. La tecnología, los países, las sociedades, las culturas y las religiones cambian constantemente.

5. Culpabilizar a los demás

El juego de la culpa a menudo revela nuestras preferencias. Tendemos a buscar a los malos que confirman nuestras creencias existentes. Implementar el pensamiento crítico resulta muchas veces difícil, pero es casi imposible cuando tenemos miedo. No hay lugar para los hechos cuando nuestras mentes están ocupadas por el miedo.

Por ejemplo

Culpar de un accidente de avión a un piloto somnoliento no ayudará a detener futuros accidentes. Para esto, debemos preguntarnos: ¿Por qué tenía sueño? ¿Cómo podemos actuar para evitar disponer de pilotos somnolientos en el futuro? Si dejamos de pensar cuando encontramos al piloto somnoliento, no avanzamos. Para comprender la mayoría de los problemas importantes del mundo, tenemos que mirar más allá de un individuo culpable y fijarnos mejor en el sistema, en la verdadera raíz del problema.

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