Liderazgo positivo para Project Managers (PMI)

El secreto de la actuación positiva no se encuentra en la búsqueda de respuestas, sino en la formulación de las preguntas adecuadas, porque solo en ellas se encuentran las respuestas que permiten avanzar en la dirección oportuna”. Tal Ben Shahar. Doctor en Comportamiento Organizacional y titular de la cátedra de Psicología Positiva y de Liderazgo de la Universidad de Harvard.

¿En qué consiste el liderazgo positivo?

imagen positivaEl liderazgo positivo procede de diferentes fuentes de las que beber: de la psicología positiva, de la gestión del optimismo, del sentido y significado, … y se basa en el hecho de centrarnos principalmente en la gestión de las fortalezas, en aquello que va bien y que nos funciona, lo que nos permite enfocarnos y aumentar dichas fortalezas. Estas nos darán la seguridad y autoestima suficientes como para aumentar nuestras emociones positivas, las del equipo y hasta las de la organización. El liderazgo positivo entonces trata de que las personas aumentemos nuestra productividad y compromiso a través del incremento del bienestar y la felicidad.

Pasamos de preguntarnos ¿cuál es el problema?, y ¿en qué tienes que mejorar? por otras como ¿Qué hace que ciertas personas tengan éxito en circunstancias desfavorables?», ¿Qué tienen de especial?, ¿qué habilidades resilientes tienes?, … preguntas más positivas y determinantes para conducirnos a la acción, que es lo que realmente provoca cambios y resultados.

¿Cómo desarrollar el liderazgo positivo?

En estos días, dentro del PMP®)  en el master´s certificate de Gestión de proyectos de Esi International (Charter Global Registered Education Provider del PMI®), estoy realizando el módulo de Liderazgo y comunicación bajo el paraguas del Liderazgo positivo, donde estamos trabajando cómo:

1. Autoconocernos como funcionamos por dentro a través de las neurociencias aplicadas al NeuroLiderazgo, para esculpirnos positivamente.

2. Generar optimismo, poniendo la prespectiva de cambio y transformación en la gestión de las fortalezas orientadas al rendimiento y al potencial de la persona.

3. Desarrollar  la motivación intrínseca de cada persona por un lado y gestionar las expectativas que tenemos de nuestros equipos (efecto Pigmalión) por otro, para que nos proporcionan la energía necesaria para “comenzar a ver” tanto mi verdadero potencial como el de los demás.

4. Capturar nuestro pensamiento consciente: el hecho de tener atención plena (mindfullness) y focalizada en las cosas positivas que suceden nos hace a las personas más felices y optimistas, además de físicamente más sanas, al fortalecer el sistema inmunitario, al tiempo que nos aporta más probabilidades de lograr nuestros objetivos y con mayor éxito.

5. Conocer y potenciar nuestras llaves bioquímicas (endorfinas, dopamina, oxitocina y serotonina) para desarrollar habilidades basadas tanto en el optimismo como en la resiliencia.

6. Desarrollar a través de la PNL tácticas de comunicación orientadas a la gestión de la confianza, la integridad, la influencia y la credibilidad.

7. Conocer historias de éxito de líderes indiscutibles, como ejemplos de vidas reales que tienen actitudes luchadoras y ganadoras.

8. Otros como:  creatividad en acción y toma de decisiones, liderazgo ético y responsable con la sociedad, …

En definitiva, desarrollar un liderazgo positivo que facilite el cambio necesario para desarrollar en las organizaciones una cultura de alto rendimiento.

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