Desde que estalló la pandemia, en las economías de la OCDE hay 20 millones menos de empleados que antes del COVID-19 y, de esa cifra, unos 14 millones de personas no están buscando trabajo. El éxodo comenzó poco después de iniciarse el proceso de vuelta a los centros de trabajo después de que nos encerraran, y no parece que vaya a detenerse a corto plazo.
“La pandemia ha hecho reflexionar a la gente sobre el trabajo que tienen y qué es lo que valoran en el trabajo, y están tomando decisiones”. Christopher Dottie, Vicepresidente de British Chambers of Commerce.
Casi 50 millones de dimisiones de trabajadores en todo 2021. en Estados Unidos, “la ratio entre renuncias y los despidos ha subido estrepitosamente y está en máximos históricos. Actualmente hay más del triple de trabajadores que renuncian a su trabajo en comparación con los que lo pierden porque son despedidos”, Ignacio González, profesor de Macroeconomía en la American University de Washington DC.
¿Por qué en Estados Unidos las renuncias voluntarias registran cifras históricas?
Muchos empleados han abierto los ojos y ya no están dispuestos a seguir como hasta ahora. Todavía no hay análisis concluyentes que ayuden a comprender por qué las personas están abandonando voluntariamente su empleo. Pero es evidente que los motivos para renunciar a sus puestos de trabajo son muy diversos. Puede haber varias causas que causen una “tormenta perfecta”:
- Hoteles y restaurantes, comercio al por menor, distribución masiva de productos y servicios de asistencia personal aglutinan la mitad de todos los ceses voluntarios. Sus tasas de abandono doblan la media. Todos ellos son sectores muy precarios en términos de protección social, sindicalización, salarios, sin tomar vacaciones (y quienes pueden tomarlas tienen derecho a un periodo máximo de 15 días), no existe baja por maternidad y no hay cobertura sanitaria pública universal.
- Entre todas ellas destaca la opinión del psicólogo organizacional estadounidense Anthony Klotz que ha denominado a este fenómeno como la Gran Renuncia (Great resignation): lo que está sucediendo es debido a las “epifanías pandémicas” (ser consciente de que, de golpe, necesitamos un cambio). Todo está cambiando y mutando a una velocidad vertiginosa. Y si algo bueno tuvo que nos encerraran en casa ilegalmente fue que a muchas personas les dio por reflexionar acerca de sus vidas y cuáles debían ser a partir de ahora sus verdaderas prioridades.
- Otras posibles causas además de la necesidad de un cambio vital, la falta de buenas condiciones laborales, es el agotamiento laboral asociado a los niveles de desmotivación alarmantes de los empleados de las empresas. El apego se está erosionado y se disuelven los vínculos de confianza y compromiso. La gente extraña la falta de relaciones humanas más estables, duraderas, creíbles y confiables. Ya no va a haber los niveles de lealtad y el compromiso de hace años… Lamentablemente ha tenido que venir una falsa pandemia para poner en evidencia la cultura del modelo actual del mundo laboral. Debemos de considerar que lo que hace más competitiva a la empresa es tener unos trabajadores en buenas condiciones, bien remunerados y satisfechos.
EN ESPAÑA…
El año pasado 30.000 personas en España decidieron de manera voluntaria renunciar a su empleo. Una cifra que aunque está a años luz de los 50 millones de trabajadores que en Estados Unidos han dado este paso, podría ir en aumento a medida que se vaya recuperando el mercado laboral. Así se desprende de un estudio de Infojobs que recoge la intención del 27% de los trabajadores de abandonar su puesto de trabajo este año 2022. La cifra es cuatro puntos superior a la registrada en el 2021, lo que evidencia una tendencia al alza de empleados disconformes con la actividad que desempeñan. El principal motivo, en el 32% de los casos, es la salud mental. Mientras que el 27% aduce que quiere dejar su puesto por razones económicas, un porcentaje similar a los que desean dedicarse a otra actividad diferente (26%) o necesitan mejores condiciones de conciliación entre la vida laboral y la personal (24%)
No cabe duda de que se está produciendo un cambio de mentalidad en lo que se refiere a las prioridades del profesional español y “el catalizador” ha sido la falsa pandemia.
Por ejemplo, las restricciones decretadas por la Covid-19 llevaron a millones de trabajadores a tener que teletrabajar. Una modalidad que en líneas generales se percibe como una mejora para la conciliación y la flexibilidad laboral, pero que también ha generado “desafección y desvinculación emocional”.
La gente ha dicho BASTA YA! paralizados en empresas estáticas que no se preocupan por su salud ni por su bienestar.