El secreto del liderazgo: relación emoción y cognición para obtener pensamiento consciente

Hola amigos, el pasado jueves y viernes estuve desarrollando un taller de habilidades directivas y Coaching Ejecutivo con un objetivo claro: analizar entre todos la relación entre emoción  y cognición. Desde siempre nos han dicho que podemos mejorar nuestras habilidades y competencias directivas separando ambos mundos, el cognitivo y el emocional, restando valor al campo de las emociones. No es cierto. Nuestros tres cerebros, el instintivo (cerebro reptilineo), el emocional (llamado limbico)  y el racional (neocortex) se influyen unos sobre otros.

 

 

 

 

 

Secreto del liderazgo: emoción y cognición están relacionados

En este taller como decía hemos visto como ambos mundos están íntimamente interrelacionados de tal forma que interactúan e integran nuestra conducta humana.  De hecho, nuestro equilibrio coherente entre lo que pensamos y lo que sentimos es clave para estabilizar nuestro comportamientos así como para determinar decisiones importantes. Cuando este equilibrio se rompe o se altera  por algún motivo contextual en la mayoría de las ocasiones son las emociones las que se adueñan de nosotros. No hay duda al respecto: las personas somos además de biología y genética animales sociales por lo que el entorno nos condiciona hasta el punto de desacoplar nuestro comportamiento hasta generar disonancias entre los 3 cerebros, provocando desorden y cierta incapacidad para controlar tanto impulsos como emociones.

Son en esas situaciones personales o laborales cuando estamos desbordados por las circunstancias, perdemos los nervios, o estamos estresados, o a flor de piel, o hasta sentimos miedo. Surgen las emociones negativas que tanto daño nos hacen, diseñando poco a poco en nosotros patrones y creencias limitantes. Surgen nuestros monstruos internos, lo que comunmente conocemos como “el animal que todos llevamos dentro”.

Poner a trabajar adecuadamente la razón con la emoción es aflorar nuevamente las emociones y el pensamiento positivo, además de consciente y optimista. Mediante nuestras creencias superadoras. En esto se basa la inteligencia emocional. Y desde este centro es desde el cual podemos trabajar nuestras habilidades de liderazgo, confianza e influencia.

Hay dos pinturas sobre lo que yo denomino como el “secreto del liderazgo” que me fascinan, quizás por las historias que hay detrás:

La primera, acerca del General cartaginés Aníbal, un gran jefe militar (vivió entre los años 247 y 183  antes de Cristo). Realizó la  hazaña de atravesar los Alpes con un ejército de más de cincuenta mil hombres, diez mil jinetes y medio centenar de elefantes y vencer a los romanos en su propio feudo.

(Cuadro del “Aníbal vencedor” de Goya en el Museo del Prado. España)

La segunda, en 1776, George Washington emprendió la difícil travesía del río Delaware, tras la cual, con tan solo 2500 voluntarios, venció a los británicos en Princeton y Trenton, en lo que se considera su mejor acción militar. No fue el desenlace de la guerra, pero desde un plano de impacto emocional e influyente sí fue el paso que dio hacia la victoria final y su consecuencia: la independencia de Estados Unidos.

(George Washington cruzando el Delaware, óleo de E. Gottlieb Leutze. Metropolitan Museum de New York)

 

 

 

 

 

Dimensiones del liderazgo confiable, emocional y con influencia

Ambas hazañas nos hablan que el liderazgo confiable, emocional y con influencia tiene 3 dimensiones:

1) Cazar una Visión transformadora de la realidad

2) Tener una gran determinación para llevar a cabo la misión, metas y objetivos trazados

3) Trabajar para que nuestras competencias se orienten a resultados y a dar respuestas a los problemas originados en la coyuntura que nos toca vivir.

De eso y otras cosas estuvimos hablando en ese taller. Gracias al grupo de Desarrollo Sostenible y al grupo de Energías Renovables por hacerme disfrutar tanto durante esos 2 días. Un fuerte abrazo.

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