El despido interior

El despido interiorSentarse en la silla sin ganas de trabajar y oírse decir “venga, otro día más”. De eso trata “El despido Interior” de Lotfi El-Ghandouri (editado por Editorial Alienta), de infelicidad laboral.

Un libro que acabo de terminar de leer que nos da una visión acerca de qué es lo que impulsa a una persona a entrar y mantenerse en este proceso, cuáles son sus síntomas y sus consecuencias, cómo podemos detener el Despido Interior y retomar las riendas de nuestra vida laboral.

“La huida interna, el exilio interior, el repliegue son conceptos psicológicos aplicados a la vida personal”.

Lotfi El-Ghandouri es un emprendedor experto en crear ambientes de trabajo que fomenten la creatividad y la innovación en el marco del desarrollo sostenible, y nos cuenta que el despido Interior es el resultado final de un largo y complejo proceso de vivencias negativas en el trabajo. El trabajador se distancia de sus funciones, sin llamar la atención y pasando inadvertido, evitando conflictos.

¿Estás en esta situación? ¿Desde hace mucho tiempo? ¡Despierta entonces!

El equilibrio entre nuestras necesidades de realización, reconocimiento y contribución favorece el desarrollo de una vida emocionalmente sana y asegura la máxima entrega.

El verdadero primer paso para salir del Despido Interior consiste en nuestra propia necesidad de mejora. El camino de vuelta será costoso y no pasa por soluciones o recetas “mágicas”. Consiste más bien en pequeños gestos cotidianos que nos ayuden a grandes cambios a nivel de pensamiento y comportamiento.

Algunos de estos pequeños gestos son:

-Soy mis sueños: conectar de nuevo con mis sueños.

-Tengo una razón de existir: vivo de acuerdo a mis valores.

-Me entrego a mí para entregarme mejor a los demás: me comprometo conmigo mismo.

-Desvelo mi fuerza interior: fuerza de voluntad y disciplina.

-El descubrimiento es mi zona de confort: empujarnos fuera de nuestra zona de confort.

-Mi mejor defensa: sin defensa.

-Mi poder de elegir: reivindicar nuestra libertad.

-Soy mi propio agente: soy la mejor persona para saber qué es mejor para mí.

-Desarrollo mi capacidad de duelo: soltar, dejar ir, hacer hueco y dejar que algo nuevo entre.

-Activo mi memoria de logros y desactivo mi memoria de fracasos.

-Desarrollo mi capacidad de “resiliencia”: Coraje de hacer frente a la realidad tal y como es.

No importa en qué tramo estés del camino: puedes dar un giro, aprender de ti mismo y darte una oportunidad de llegar a vivir inmunizado al Despido Interior. Puedes conseguirlo, puedes cambiar tu vida, puedes marcar una diferencia. Hay solamente que creerlo de todo corazón, y confiar en ti mismo teniendo fe en tus habilidades.

Todo está en tus manos. Sal adelante y cómete el mundo.

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