Cumple con tus propias expectativas

“Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve”.

Susanna Tamaro.

¿No te ha ocurrido en algún momento de tu vida que has tenido que cargar literalmente con las expectativas de otras personas, sean tus padres, pareja, amigos, jefe, etc?: debes ser… “debes hacer…” La expectativa es el primer paso a la decepción, aquellos que habían puesto su fe en nosotros se sienten decepcionados. Y claro, nosotros nos frustramos por no poder cumplir con las expectativas que los demás nos demandan, lo que esto puede provocar dudar hasta de uno mismo. De hecho, muchas personas en este estado terminan por convertirse en perfeccionistas debido al extremo grado de autoexigencia provocados por las expectativas de otros.

Y lo que amig@ te digo claramente es: comienza a cumplir con tus propias expectativas.  El camino debes elegirlo tú y sólo tú. Nadie ha de elegir por ti tu destino. Y, además, solo tú eres quien decides quien quieres ser, así como cuáles son tus necesidades y deseos a cumplir.

-Muéstrate fiel a tus propios valores, a lo que te define, también a tus necesidades e intereses. Solo dentro de nosotros está nuestra verdadera fortaleza y nuestra libertad real.

-Intenta conocerte lo mejor posible, para tener claridad sobre lo que quieres y cómo lo quieres: identifica tus fortalezas y áreas de mejoras, así como aquellas cosas que te motivan y te apasionan.

-Ahora, define bien qué quieres, cómo lo quieres y de qué manera y con qué acciones lo vas a conseguir. Tener una dirección con un rumbo claro es saber qué es lo que quieres en la vida.

-Rompe con el temor que te mantiene sin actuar: Es posible que tengas las cosas claras, pero te puede ocurrir que tengas miedo y este te paralice. Una de las formas de reducir tus temores es actuar, sin más, y ver que va ocurriendo.

-Y claro, al mismo tiempo, para que no le ocurra a otros, cuida tus expectativas hacia los demás.

Adelante, que nadie te pare.

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