Cómo puedes aceptar los cambios

Próxima semana trabajando el cambio en una multinacional francesa. Destino: París. Estamos en esa incipiente etapa donde las personas, de forma natural y coherente, se resisten profundamente a los cambios.

7c8461_37b738a19aee8655aa09676457eac707
Lo que no nos damos cuenta en este tipo de escenarios, es que cuando las condiciones cambian, esta resistencia solo sirve para agotarnos, tanto física como mentalmente. La buena noticia sin embargo es que los neurocientíficos nos están diciendo que el cerebro está construido para cambiar, que de alguna manera somos “fans de las transformaciones y agentes de nuestro propio cambio y aprendizaje”, por lo que necesitamos de algunos instrumentos que nos puedan ayudar a vencer las resistencias iniciales y sensibilizar hacia un cambio real: educación y Comunicación (formar a la gente y comunicarse con ellos abiertamente y de forma clara, puede ayudarles a ver la lógica del cambio y a ganar confianza mutua y credibilidad), Participación (hacer que el sistema afectado participe directamente en el proceso de toma de decisiones), Facilitación y apoyo (el temor y la ansiedad disminuyen cuando la gente obtiene beneficios inmediatos).

Podemos aceptar los cambios cuando,

Afrontamos el cambio con realismo: “sé que no será fácil”
Las expectativas a menudo no son buenas consejeras, sobre todo si no son realistas. Por tanto, cuando tengas que enfrentarte a un cambio, no te digas a ti mismo “no es nada, será fácil enfrentarlo”, porque probablemente no será así.  Un estudio en el ámbito de las neurociencias nos demuestra que solemos exagerar las consecuencias emocionales de los hechos negativos mientras minimizamos los aspectos positivos. Así que te irás dando cuenta poco a poco que todo no era tan malo como suponías. Con este tip podrás equilibrar tus expectativas y el cambio será menos abrumador de lo que suponías (por lo que generará menos resistencia).
Aprendemos a reconocer lo que sentimos 
Es un error reprender nuestras emociones. Es normal que al inicio de un proceso de cambio experimentemos cierto malestar, ira, tristeza … y que nos sintamos indefensos o molestos. Son reacciones perfectamente comprensibles ante un cambio. Si las escondes solo lograrás fomentar la resistencia al cambio pero si las aceptas, podrás pasar página más rápido y adaptarte a las nuevas circunstancias.
Transformamos nuestros pensamientos
Sé consciente de tus pensamientos y cámbialos: en lugar de pensar: “quiero huir, esta situación no me gusta”, piensa: “estoy asustado porque es una situación nueva pero con el tiempo me iré acostumbrando”. Es como cuando nos lanzamos en una piscina de agua fría, el cambio es tan fuerte que nos preguntamos qué hacemos allí e incluso tendremos la tendencia a salir. Sin embargo, si te quedas y superas esa resistencia inicial, al rato te sentirás más cómodo. No se trata de que el agua esté más caliente sino que te has acostumbrado. Recuerda que tus pensamientos ejercen una poderosa influencia sobre tus emociones por lo que es importante que adoptes ideas más serenas y acordes a la realidad, así como busca la manera de experimentar poco a poco el nuevo entorno.
Concéntrate en los aspectos positivos
Muy pronto te darás cuenta de que hay alguna oportunidad para crecer.
Top