Actúa en el sentido opuesto: Sal de tu zona de confort

“La vida comienza cuando sales de tu zona de confort” – Neale Donald Walsch.

Sabes mejor que yo que la llamada zona de comodidad es simplemente un estado emocional y mental donde te encuentras “a gustito” con tu realidad actual. Es un mundo conocido donde no hay miedos, conflictos ni presiones. Y también sabes por otros posts que he escrito que, lo que está fuera de tu zona de confort te produce resistencia, incomodidad, rechazo provocándote que salgan a relucir emociones basadas en el miedo, la incertidumbre, y la ansiedad, por el hecho de rechazar esa “situación mental” muy posiblemente provocadas por estar realizando una actividad nueva o distinta o también por estar en un momento de inseguridad, incertidumbre. Hemos dejado de controlar nuestro espacio vital.

Y, sin embargo, es saliendo de tu zona cómoda donde comienzas a vivir y experimentar de otra manera. Por eso, suelo decir en mis charlas y ponencias que para saltar a una nueva zona donde tener otro tipo de experiencias y desafiarnos, todos debemos actuar en sentido opuesto a lo que nuestra mente nos dicta, buscar situaciones que puedan obligarnos a forzarnos a pensar y actuar de manera diferente, para vivir en nuevos acontecimientos donde adaptarte. Cambiar y sobre todo, hacer todo lo contrario que diga tu cabeza, hará que te vuelvas más flexible y asumas mejor la variabilidad del constante cambio y devenir de las cosas. Tus límites los habrás literalmente estirado.

Actuar en sentido opuesto a lo que estás pensando rompe con ciertos paradigmas limitantes y obstaculizadores que tienes, expandiendo tu iniciativa y aprendizaje. Para que no hagas caso a ese ruido interno que tienes y que te dice “no lo hagas”, “no podrás hacerlo”, “vuelve a tu espacio de tranquilidad”, piensa en no pensarlo mucho, así de simple. No dejes que tu cabeza te inunde del ruido y… ¡hazlo!

Otras posibles opciones son:

1. Pon en tela de juicio tus pensamientos negativos, buscando evidencias que demuestren lo contrario.

2. Piensa que el miedo en realidad sólo existe en tu cabeza. Sabiendo esto, hazle frente. La clave está en no dejarte paralizar por el miedo y moverte siempre hacia adelante. Porque al estar sólo en tu mente no hay peligro. Llegará un momento que cuando evoluciones en esta idea, te darás cuenta que enfocarte positivamente en el miedo es pensar en todas las opciones y alternativas que puedes reflexionar para conseguir lo que quieres lograr.  

3. Deja de preocuparte por lo que los demás puedan pensar de ti. A ti eso te da igual. Haz lo que quieras hacer.

4. Desarrolla a propósito un grupo de personas positivas a tu alrededor, que te impulsen y te motiven y te den soporte.

5. Ten confianza en ti y en tu conocimiento, enfocando tu mente en la posibilidad y no en la limitación.

6. Atreverte y hacerlo. Porque es preferible intentarlo, aunque fracases que no haberlo intentado nunca y que algún día te arrepientas verdaderamente por no haberlo intentado.

Top