¡¡Qué semana tan horrible!!

Pensaba que no iba a acabar nunca… ¡que se acabe esta semana, por favor! un día detrás de otro y a cuál peor. Hay días y hasta semanas que son así, ¿verdad? Desde el principio de la semana todo comenzó a pintar mal. Y no me equivoqué. Sin embargo, cuando a mitad de semana fui consciente de que las cosas no iban a ir muy bien que digamos, decidí interiormente que no me afectaran tanto, que la “semana horribilus” no me cogiera por la nariz e hiciera de mí un simple desgraciado. Así que he comenzado a mirar mi semana de forma diferente, pensando que puedo y podré, porque todo está en mi actitud mental.

Uno se coloca en el estado de ánimo que le corresponde

¿Sabes qué? uno se coloca en el estado de ánimo que le corresponde. Porque uno tiene en su mano la llave para decidir qué puerta desea abrir. Por ello, he decidido cambiar mi día en tan solo 5 segundos: realmente no tengo el control sobre el 10% de lo que me sucede. Pero el otro 90% lo determino yo. Con mi manera de reaccionar ante cualquier situación. Y la diferencia es enorme: La forma como reaccione esos 5 segundos es lo que causará un buen o mal día.

Procuro hacer fácil lo difícil poniéndole sentido del humor a todas las dificultades

Así que no me tomo tan a pecho aquello negativo que dicen de mí y, por lo tanto, no reacciono equivocadamente. No me preocupo por nada, solo me ocupo. No me frustro si el avión de hoy no salió a su hora, no tengo control sobre esto. Intento adaptar mis palabras y mi lenguaje a los hechos que me ocurren. Vivo el momento, unos mejores que otros, intentando estar abierto y positivo a nuevas experiencias y oportunidades. Y procuro hacer fácil lo difícil poniéndole sentido del humor a todas las dificultades.

Porque nada ni nadie arruinará mi semana. Seguiré adelante… porque tengo hambre… de vida.

¡Feliz semana amigos!