Te he comentado en más de una ocasión, en mi canal Youtube o en algunos de mis post que la gran mayor parte de nuestros pensamientos son automáticos además de repetitivos, es decir, el 90% de ellos son inconscientes (no nos damos cuenta de lo que pensamos) y repetimos ese pensamiento y acción constante y continuamente. Según la revista Science, tenemos 60.000 pensamientos al día. El 90% de ellos se repiten de un día a otro. De esta manera, cada día de nuestra vida nos situamos en una cadena o círculo difícil de romper. Y claro, lo que nos ocurre es que estos pensamientos nos van moldeando provocando en nosotros una forma de ser y de estar tanto interiormente como en la relación con los demás.

“No se me da bien hacer esto o lo otro”. “Me siento inseguro cuando…”. “Tengo miedo en el momento que…”. Lamentaciones, quejas, frustraciones, etc. pensamientos catastrofistas que nos van restando energía y salud. Y, lo que es más, tus pensamientos empiezan a dominarte. Porque tu bienestar depende de la calidad de tus pensamientos: la calidad de lo que piensas determina la calidad de tu vida, ya que crean un impacto emocional en ti mismo/a que te acaban afectando corporalmente en el momento que estos pensamientos son limitantes y negativos. Recuerda lo que ya te he dicho en otras ocasiones: tan solo 1 minuto negativo, deja tu sistema inmunitario echo polvo durante 6 horas. Así que, es clave para el bienestar de tu vida ser consciente de tus pensamientos y prestar atención sobre cómo te afectan.

Claro, estarás pensando: “qué fácil es decirlo, pero no es nada sencillo deshacerme de ese tipo de pensamientos…” . Tienes mucha razón. Puedes hacer, para comenzar, dos cosas:

-Observa cuando pienses o comuniques algo, qué tipo de pensamiento es el que arroja tu mente, separando de esta forma el pensamiento negativo del positivo.

-Entrena tu mente para ver lo positivo de cada situación, comenzando por aumentar cada día el número de pensamientos positivos. Es un buen inicio, ¿verdad? Elige pensar en cosas buenas.

“La felicidad no depende de lo que tienes o lo que eres, únicamente se basa en lo que piensas” – Buda.

Tú eliges ser responsable o víctima de buena parte de lo que ocurre en tu vida. Si decides lo primero, entonces comenzarás a pensar que siempre hay algo que tú puedes hacer para mejorar cualquier evento de tu vida. Tus pensamientos construyen tu vida: ELIGE bien amigo/a.