“El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre”. Albert Camus mito de sisifo

El mito de Sisifo

Seguro conocéis de la mitología griega el mito de Sísifo: Sísifo irritó a los dioses, y estos le condenaron a empujar sin cesar una roca gigante hasta la cima de una montaña. Sísifo se ve condenado a empujar para siempre su roca hasta arriba del todo. Una vez allí, la roca vuelve a rodar hasta el valle. Y Sísifo, una y otra vez, vuelve a empezar, vuelve a empeñarse en empujar hacia arriba una roca que siempre volverá a caer, siempre, sin esperanza, por toda la eternidad. Los dioses pensaron que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.

¿Sísifo es de alguna manera el sentido de la vida, de nuestra existencia?, ¿Para qué nos levantamos por la mañana y comenzar una rutina, día a día, a priori siempre la misma?, ¿y trabajar en un trabajo alienante?, ¿en una vida alienante?. Parece que Sísifo no es ni puede ser feliz. Lejos de este esquema, Sísifo es feliz. Porque Sísifo y todos nosotr@s podemos vivir y vivirla. Sísifo sabe que es dueño de sus días. Sísifo vuelve hacia su roca, hacia su destino, y lucha por estar siempre en marcha. La roca sigue rodando. Sísifo es un rebelde, acepta de frente el problema al que se enfrenta, no quiere huir del conflicto, sino afrontarlo. Sísifo se enfrenta a los dioses al marchar con su roca. Y en esta rebeldía encuentra una nueva grandeza, un nuevo estado de libertad y un nuevo propósito.

Esta consciencia que debiera ser su tormento, consagra al mismo tiempo su victoria. Su destino le pertenece. Su roca es su casa. Cada uno de los granos de esa piedra, cada fragmento mineral de esa montaña llena de noche, forma por sí solo un mundo.

“Las llamas de la tierra bien valen los perfumes celestes”. 

Sí, vivir con rebeldía, inventarnos libremente un sentido, y vivir con pasión según este sentido inventado. Una vida cargada de valores, apasionada, viviendo lo más posible, experimentando. Con “rebeldía, libertad y pasión”, asumiendo nuestra grandiosa libertad para conseguir la felicidad. A pesar de todo. “Hay que imaginar a Sísifo feliz”.