Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo.

Monotonía, baja autoestima, estrés o ansiedad, pudor, falta de iniciativa, algún problemita en la relación con tu pareja, o simplemente estás pasando por un bajón de estado de ánimo… pueden hacer perder el interés por las relaciones sexuales.

Existen gestos hacia nuestra pareja que te pueden ser de ayuda para estimular el goce sexual:

Lo primero de todo es preguntarte si deseas rescatar la sexualidad en tu relación, preguntándote qué ganáis ambos en hacerlo.  Si tu respuesta es afirmativa, hablarlo con tu pareja abiertamente es esencial.

El paso siguiente es plantarle cara al gran enemigo del deseo, ese que reduce la atracción sexual: la monotonía y el día a día de la cotidianeidad en la relación: sencillamente una vez más, hay que reinventarse. Sentirte más sexy (cuidándote físicamente más, o comprándote nueva ropa interior o algún juguetito sexual divertido), hacer una cena en casa basada en alimentos afrodisíacos (como la canela, la miel, las fresas, el chocolate, los higos, el mango, una copa de vino tinto), salir a disfrutar (bailar, cenar, …) pueden cambiar haciendo lde la noche algo especial y pícaro.

A partir de lo anterior, la comunicación en la pareja y compartir cosas juntos (como por ejemplo exponer los gustos y fantasías a la otra persona), con mucho humor y diversión, son ingredientes que van abriendo lentamente pero seguro el horizonte sexual. No seas tímido/a o vergonzoso/a, con delicadeza díselo, no te cortes a la hora de contar a tu compañero/a qué es lo que te gusta en la cama e incluso cuáles son esas fantasías sexuales que se te pasan por la cabeza. Porque, en determinadas ocasiones, lo que ocurre es que la falta de deseo sexual es debida a la falta de placer, y esta a su vez, porque no transmites lo que realmente te gusta o te apetece, es decir, aquello que te da placer. Háblalo.

También jugar en la cama, explorando nuevos espacios y conexiones sexuales (y cuidar la relación antes, durante y después, como, por ejemplo, abrazando y acariciando), también provocan nuevas fantasías en la pareja. Porque básicamente, entre otras cosas, el sexo sobre todo es un juego basado en las caricias, los coqueteos, las posiciones, la sonrisa, y todo con espontaneidad abren nuevos capítulos en la relación. Es el juego de la seducción lo que nos abre las puertas del deseo. Ver una peli porno también puede ayudar.

El sexo no es malo. Malo es no hacerlo.

Y como no, la complicidad, la admiración por el otro y la ternura rescatan la relación en dos segundos. ¡Así que suéltate la melena (y si no tienes pelo como yo haz como si la tuvieras) y quítate cualquier posible prejuicio que te ronde la cabeza y…disfruta! Porque como decía el poeta, “a cierta edad uno ya no se impresiona con grandes cuerpos sino con almas grandes”.

Que tengas hoy buen sexo.

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