¿Cuantas decisiones en tu vida cotidiana tomas por miedo? ¿cuantas cosas has hecho o has dejado de hacer por miedo?

Vivimos con miedo

El miedo no nos deja vivir. El miedo es un activador de una respuesta nuestra sobre una alerta o peligro existente en nuestro entorno, y esta respuesta muchas veces consiste en pelear o huir, de esa forma nos aseguramos que nos vamos a mantener con vida. El miedo es entonces una forma de advertir que hay un riesgo y nuestra integridad esta en peligro. Hay una tercera respuesta: que el miedo nos paralice.

Imagina que vas caminando cruzando una calle y viene un coche muy rápido hacia ti, el miedo se activa y en este estado de alerta, tu cuerpo ataca o huye; “atacar” no te va a servir en este caso, no es adecuado atacar al coche, por lo que la mejor respuesta en este caso es huir, por lo que tu corazón empieza a latir mas rápido para llevar oxigeno y sangre al cuerpo, los músculos de las piernas se preparan para correr, la adrenalina ya se segrego en tu cuerpo activándolo y avisándole que tiene que hacer algo, así que la respuesta normal seria correr para salir del peligro. Pero lo que sucede en muchos casos es que la persona se paraliza y no sabe que hacer. El miedo ha creado ese bloqueo en nuestra respuesta, por lo que no es tan efectiva y rápida.

La forma en que manejemos la emoción del miedo es no dejar que todas las decisiones que tomes estén basadas en miedo. Aprender a manejar el miedo nos ayudará a que las respuestas sean justamente las que deseas, que el miedo sea una advertencia, una precaución ante algo, pero que no te paralice. Que entre el estimulo externo y la respuesta emocional podamos generar conciencia.

Libérate del miedo, date permiso y comienza a crear posibilidades en lugar de esperarlas.