Alison Lapper nació sin brazos y con sus piernas más cortas de lo normal. Abandonada desde niña por sus padres, lejos de resignarse por su minusvalía, se graduó en Bellas Artes y hoy es una pintora de reconocido prestigio gracias al talento que emana de su pincel en la boca. Tiene un hijo precioso, Parys, que ha criado sola, ya que su pareja también la abandonó.

Alison es un ejemplo de valentía y coraje y nos enseña que las barreras, limitaciones y obstáculos tan solo están en nuestra cabeza.

Como ella dice en su libro “Life in my hands”:

“Quien quiere puede por encima de las limitaciones físicas”

Alison es una inspiración y un soplo de aire fresco en mi vida.